sábado, 8 de marzo de 2014

Búhos y pollitos

Aquí vamos con la segunda entrega, ¿qué me decís de transformar esos calcetines que no están mal pero que o son pequeños o dejaron de gustarte?  Esto es útil, sobre todo para aquellos que tienen familiares pequeñitos de esos que están en edad de crecimiento, que dejan la ropa casi nueva y va pasando de generación en generación…al menos en mi época pasaba eso, pero yo era la única chica…así que lo que más molaba de estas herencias eran los chándals, los juguetes y las bicis.

Los chándals casi todos llegaban con un parche que disimulaban algún "siete", que aunque todo el mundo te decía “¡Está nuevo!”, tu sabías que no, porque el roce del agujero con tu rodilla lo desvelaba todo.

Los juguetes, todos traían una historia a cuestas; la muñeca tiene el pelo corto porque estuvo en una sesión de peluquería. “¡Si, claro! ¡Por eso lleva trasquilones!”, el camión le falta una rueda porque tuvo un accidente...¬¬. Los puzzles, ¡mejor no hablamos de ellos!, ¿por qué siempre están incompletos? (La rabia me consumía).

Definitivamente, lo mejor eran las bicis. Podían venir las ruedas pinchadas, pero ahí estaban tus primos para ayudarte a quitarlas, a sacar la cámara, meterla en un balde de agua, descubrir el o los pinchazos, ponerle un parche con el pegamento que huele a rayos y vuelta a la bici. Podían venir con los frenos gastados, la rueda un poco torcida, un sillón incomodísimo…pero al final, ¡seguía siendo una bici, que te llevaba donde quisieras!

Pero desde luego lo que nadie quería de herencia y normalmente nadie heredaba eran los calcetines de otro, ¡por muy nuevos que estuviesen!

Ahora estoy esperando los que se le quedan pequeños a mi sobrina para seguir haciendo muñequitos, pero ¿para qué engañarnos? sirven los calcetines de cualquiera, la diferencia será en el tamaño resultante del peluche…eso sí, tienes que tener gracia para realizar el muñeco.


Vale, ese muñeco, peluchito, almohadilla para los alfileres e incluso bola anti-estrés que os presento hoy, viene de esos calcetines a rayas o de colores que dejan el talón en un color diferente. Bien, pues resulta que esa parte del talón son los ojos de mi búho. Todo lo demás lo vas diseñando tú, como mejor te parezca. Usando otra tela, fieltro o con lo que mejor te desenvuelvas.


¿Y si resulta que los calcetines que tienes son amarillos? ¡¡Muy bien pues en ese caso puedes hacer pollitos!!


Gracias a unas amigas de Santa Pola, aprendí hacerlos, ¡mil gracias Noe y Vane, sois unas artistas! Siempre haciendo mil cosas también.

Quizá en otra entrada podremos ver más usos… ¿Quién sabe?, se me acaba de ocurrir uno, que no sé cómo quedará…

¡Hasta la semana que viene!


3 comentarios:

  1. Qué gracioso el pollito para mis alfileres de costura, me encanta!!!!!

    Por cierto, has tenido una sobrina??? No sabía nada! Enhorabuena!! ;)

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    1. ¡¡¡Es la hija de mi primo!!! Pero somos como hermanos, así que es como mi sobrina.

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  2. Hola!! ......con este post me has trasladado a mi infancia...lo bueno es que yo soy la mayor y no heredaba jeje, molaba ver los rebotes que tenia mi hermano cuando heredaba mis chandals...jajaja pero lo de las bicis si que lo he vivido...y los de los pollitos....jajaja me acuerdo cuando te veia hacerlos, de hecho, yo hice un buho te acuerdas?? jajaja lo tengo en la estantería de recuerdo, que tardes mas buenas....haber si vienes y seguimos haciendo cositas. Un besaco muy gordo desde España!!!!

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